lunes, 21 de marzo de 2011

Instrucciones para cuidar a una madre enferma.

A Anel

Dos cucharaditas de sonrisa, una tableta de comprensión y sueño, muchos sueños bellos, de agua de mar, de pan recién horneado y de juguetes nuevos para recuperarse pronto de un accidente de tales magnitudes; procure que le abracen con cuidado y nada de nostalgias. Tome pretextos para sentirse querida, pretextos como este: la velocidad de un frutero y la resistencia de los cuerpos, de su cuerpo, ante un bólido son una combinación que lamentablemente las leyes de la física aún no logran evitar, así que usted ya puede decir que es un elemento (no X, sino femenino y rotundamente despejada de las incógnitas del vivir) que se encuentra entre la constante y la variante, entre eso factores, también -por qué no- de una extraña relación a distancia que dos cuerpos sufren desde una misma causa en la física cuántica: el dolor corporal y amor infinito de sus familiares. Así que respire en paz, ahora que no ha visto su vida pasar frente a sus ojos: nada de aquellas tardes tumbada en el césped, nada de los cuidados maternos que le prodigaron, de sus amores pasados; sólo un estrépito que uno no sabe de dónde viene, los médicos y finalmente la familia a su lado. Recuerde escuchar algo de la música que le gusta, tararee alguna añeja canción, pero hágalo con gusto, sin nostalgias, que en su proceso de recuperación pueden ser causa de complicación. Siga las indicaciones del doctor. Por cierto, una delicia de repostería no le vendría mal, está permitido.

1 comentarios:

A las abril 26, 2014 , Anonymous Anónimo ha dicho...

me gusto esto seguire los pasos

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio